Tengo Hígado Graso y Apenas Bebo, ¿Qué Debería Hacer?
¡NO ENTRES EN PÁNICO! El hígado graso no alcohólico suele ser benigno, pero no siempre. Se estima que solo alrededor del 20% de las personas con hígado graso avanzarán a la siguiente etapa de la enfermedad (esteatohepatitis no alcohólica, o NASH). Solo mantente informado y actúa. Evita que empeore. Monitorea tu situación con análisis de sangre regulares. El hígado es un órgano que se perdona a sí mismo; es el único órgano que puede regenerarse. La enfermedad del hígado graso puede revertirse mediante cambios en el estilo de vida. Sin embargo, si no se toman medidas, puede derivar en enfermedades graves del hígado, como la cirrosis, y a medida que las cicatrices empeoran, puede ser necesario un trasplante.
¿Qué Cambios en el Estilo de Vida Debo Hacer?
Aumenta el ejercicio aeróbico y de resistencia; intenta hacer alrededor de 150 minutos de ejercicio por semana. Caminar es un buen comienzo. Sin embargo, el primer paso más importante es cambiar tu dieta y perder peso. Los estudios han demostrado que una reducción del 10% del peso corporal es la acción más importante para revertir el hígado graso. Es un objetivo difícil de lograr, pero cualquier pérdida de peso ayudará.
Existen muchos sistemas dietéticos, muchos con opiniones mixtas. Mantenlo simple; algo con lo que puedas comprometerte. Siempre es una buena idea comenzar eliminando el “CRAP”:
- C = Bebidas carbonatadas
- R = Azúcares refinados
- A = Saborizantes artificiales y alcohol
- P = Alimentos procesados
Otro consejo: Cuando vayas al supermercado, evita los pasillos y quédate cerca de las paredes; ahí es donde están los alimentos saludables. Prueba alguna forma de la dieta mediterránea. No hay una definición única para esa dieta, pero todas las variaciones tienen un tema en común y se centran principalmente en frutas, verduras y granos integrales. Elige una versión y sigue sus principios. La “Healthy Eating Plate” (Plato de Alimentación Saludable) de Harvard también es una buena guía. Pierde peso lentamente, no más de cuatro libras por semana, ya que perder peso rápidamente podría dañar el hígado. No hagas dietas de hambre.
¿Debo Ver a un Especialista?
Por lo general, no es necesario a menos que tu hígado comience a inflamarse y el tejido sano se destruya. Hay un medicamento recientemente aprobado (Reszdiffra de Madrigal Pharmaceuticals) para aquellos con fibrosis avanzada, y otros están en desarrollo. Sin embargo, en su mayoría, todo se trata de cambios en el estilo de vida y de tratar los síntomas subyacentes, como la diabetes. Si tu hígado empeora progresivamente, como lo indican análisis de sangre regulares o imágenes, deberías ver a un especialista, generalmente un hepatólogo.
Soy un Cuidador de un Paciente con Enfermedades Hepáticas. ¿Qué Puedo Esperar?
Los cuidadores juegan un papel importante y a menudo poco reconocido en el proceso de la enfermedad hepática. Son los héroes anónimos. Muchas personas, incluso familiares, a menudo no son conscientes de la carga que asume un cuidador.
El cuidador desempeña muchos roles, que pueden variar según la gravedad de la enfermedad hepática, incluyendo:
- Monitor de Estilo de Vida. Cualquier persona diagnosticada con hígado graso debería cambiar su estilo de vida, incluyendo la dieta y el ejercicio. El paciente necesitará apoyo para adoptar y mantener los cambios en el estilo de vida. Es probable que el cuidador reciba mucha resistencia por parte del paciente y no debe tomarlo de manera personal.
- Planificador de Comidas y Chef. Será cada vez más importante mantener una dieta saludable para el hígado. El cuidador y el paciente deberían revisar la preparación de las comidas y buscar orientación dietética.
- Enlace Médico. Siempre es una buena idea que el cuidador acompañe al paciente a las citas médicas. A menudo, hay demasiada información para que una sola persona la absorba. Ayuda que dos personas asistan y comparen notas después. Eventualmente, puede recaer en el cuidador organizar y llevar un registro de las citas médicas.
- Guardián. A medida que la enfermedad progresa, el cuidador necesitará proteger cada vez más al paciente de situaciones poco saludables y de la exposición a gérmenes en reuniones sociales y otros eventos grandes. Esto va más allá de evitar gérmenes, ya que el paciente a veces puede no estar en condiciones de interactuar con los demás.
- Pilar Emocional. A medida que avanza la enfermedad, es probable que el paciente experimente muchos altibajos emocionales. Alguien debe proporcionar apoyo para ayudar al paciente a superar esta montaña rusa emocional. Si se convierte en un problema importante, se debe buscar ayuda profesional. Sin embargo, diariamente y hora a hora, es el cuidador quien brinda el apoyo tan necesario. Este puede ser el rol más difícil porque el cuidador a menudo atraviesa los mismos altibajos. Se necesita un equipo.
- Chofer. Podría llegar un momento, típicamente en las etapas avanzadas de la enfermedad, en el que el paciente desarrolle una “mente nublada” y no pueda conducir. Serás el chofer de la familia.
- Tomador de Decisiones. Una mente nublada también puede afectar la capacidad del paciente para tomar decisiones. El cuidador debe “dar un paso adelante” y asumir estas tareas financieras, de salud y del hogar.
Ser cuidador tiene riesgos. Probablemente el mayor sea la amenaza para tu propia salud. Se puede dedicar tanto tiempo a preocuparse por el paciente que las propias necesidades físicas y emocionales del cuidador a menudo se descuidan. ¡No dejes que esto te suceda!
Atiende tus propias necesidades, incluidas las citas médicas, y reconoce que necesitarás descansos periódicos. Encuentra a alguien, un familiar o un buen amigo, que pueda darte un respiro de vez en cuando. Lo necesitarás. No dudes en desahogarte. Encuentra a alguien que simplemente escuche. Además, olvídate de mantener un horario rígido. Estarás constantemente a merced de la salud y las necesidades emocionales del paciente, que a menudo cambian inesperadamente. Si te resulta abrumador, la Alianza Nacional de Cuidadores (www.caregiving.org) podría ser útil.
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Infografía de LEA de un Vistazo

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Enfermedad de Hígado Graso: Un Problema Familiar

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Hoja de Ruta para el Hígado Graso

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Conexión entre LEA, Cáncer y Hígado Graso

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Hoja de Ruta de Ensayos Clínicos

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Diabetes y Hígado Graso

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Hoja Informativa sobre Cáncer de Hígado

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Hoja de Ruta del Carcinoma Hepatocelular (HCC)

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Folleto sobre Hígado Graso

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VIH y Hígado Graso